
En Ticti Norte, un incidente por tunas generó un altercado verbal entre dos mujeres, que terminó con una niña llorando desconsoladamente. La disputa comenzó cuando una mujer acusó a otra, que estaba acompañada de tres niños, de haber recolectado tunas de un lugar específico en varias ocasiones. La mujer de pollera intentó defenderse, asegurando que solo había recogido tunas en dos ocasiones, pero su respuesta no calmó los ánimos de la mujer molesta.
La situación escaló rápidamente, y las acusaciones se hicieron más intensas. Mientras la mujer furiosa continuaba su ataque, afirmando que la otra debía ayudar a regar las plantas si quería recolectar tunas, la niña comenzó a llorar, aumentando la tensión en el ambiente. La mujer de pollera intentó calmar la situación, explicando que la lluvia había sido suficiente para regar las tunas, pero su explicación fue ignorada y la discusión continuó sin control.
A lo largo del intercambio, la agresora insistió en que la mujer de pollera no solo había tomado tunas en exceso, sino que también había causado daños en el área verde donde se encontraban las plantas. En medio de los gritos y las acusaciones, la grabación que documentaba el altercado se detuvo, dejando al descubierto el creciente malestar entre las partes involucradas, mientras la pequeña seguía llorando ante la situación que se había desbordado.