
Washington ha comenzado a ajustar su estrategia para asegurar el acceso a minerales críticos, priorizando en esta ocasión la cooperación con Ucrania. A través de un Memorando de Entendimiento (MOU), Estados Unidos busca establecer una alianza público-privada para la extracción de minerales esenciales en suelo ucraniano. Este cambio podría representar un giro estratégico en la política de abastecimiento de EE.UU., lo que afectaría directamente a los productores latinoamericanos de minerales clave como el litio, el cobre y el níquel.
La competencia por minerales estratégicos, como el litio, cobalto y tierras raras, está más intensa que nunca, siendo fundamentales para sectores como la defensa y la energía renovable. América Latina, con vastas reservas de estos recursos, ha sido durante años un aliado importante para Estados Unidos, pero el enfoque hacia Ucrania podría alterar el equilibrio en el mercado global. Esto podría abrir espacios para China y Rusia, quienes ya han consolidado su influencia sobre las cadenas de suministro globales, y permitirles consolidar su dominio en la región.
Este cambio de rumbo podría tener serias implicaciones económicas y geopolíticas para América Latina. La posible reducción de la inversión estadounidense en el sector minero afectaría la expansión de la industria en varios países clave, lo que se traduciría en menores oportunidades de empleo y crecimiento económico. Además, gobiernos de la región podrían verse tentados a explorar nuevas alianzas con potencias como China o la Unión Europea, lo que modificaría las dinámicas de poder en el hemisferio.
Para mitigar estos riesgos, EE.UU. podría buscar reforzar sus relaciones con América Latina mediante una cooperación estratégica que mantenga su presencia en la región mientras se desarrolla la industria minera en Ucrania. Invertir en infraestructura local, ofrecer incentivos económicos competitivos y promover el reciclaje de minerales podrían ser estrategias clave para asegurar que la transición hacia nuevas fuentes de abastecimiento no dañe su relación con los productores tradicionales del continente.