
Un análisis económico reciente sobre el negocio de los frialeros en Bolivia ha revelado márgenes de ganancia sorprendentes para los intermediarios de la carne vacuna. Según el estudio divulgado por el portal «Beni Noticias», los frialeros obtienen una ganancia de más de 950 bolivianos por cada res de 160 kilos, mientras que los precios para el consumidor final siguen aumentando. Este informe pone de manifiesto que, a pesar de pagar solo Bs. 28 por kilo gancho al productor, los frialeros logran generar una utilidad neta significativa al vender la carne al detalle a precios mucho más elevados.
El informe también detalla cómo este margen de ganancia ha influido en el aumento del precio de la carne de res en los últimos meses, con el kilo de carne de primera pasando de Bs. 28 a Bs. 50. Esta escalada ha convertido a la carne en un alimento cada vez menos accesible para muchas familias bolivianas. Además, el análisis muestra cómo los frialeros, sin haber criado al ganado ni asumir los riesgos asociados con su producción, se benefician enormemente de la comercialización de la carne. Los costos operativos de los frialeros, aunque presentes, no parecen ser un obstáculo significativo en comparación con los beneficios obtenidos.
La falta de regulación en el mercado cárnico está generando un desequilibrio en la cadena de distribución. Mientras los productores ganaderos reciben precios bajos por sus animales, los frialeros se llevan las mayores ganancias. Este escenario plantea un problema serio para los consumidores, quienes enfrentan precios desorbitados que afectan su acceso a proteínas esenciales. Con la carne roja convirtiéndose en un artículo de lujo, la población exige una intervención gubernamental para frenar el abuso de los intermediarios y garantizar un acceso justo a este alimento vital.