14 de marzo de 2025

Ante la persistente lluvia y las dificultades relacionadas con la escasez de combustibles, el Ministerio de Educación de Bolivia ha instruido a las direcciones departamentales evaluar la posibilidad de modificar la modalidad educativa, ya sea mediante el cambio a clases virtuales o ajustando los horarios en las unidades educativas. El ministro de Educación, Omar Veliz, explicó que esta medida busca garantizar la seguridad tanto de estudiantes como de docentes, considerando los impactos climáticos y la dificultad para el transporte.

El instructivo, emitido el pasado miércoles, es de cumplimiento obligatorio para los tres sistemas educativos: Alternativa y Especial, Regular y Superior. Veliz señaló que las direcciones departamentales ya han comenzado a implementar las medidas correspondientes, como tolerancia o cambios de modalidad, dependiendo de las condiciones locales y las alertas del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). El ministro destacó que estas decisiones deben tomarse de manera constante para adaptarse a la evolución de la situación.

El problema, según explicó Veliz, radica en que las lluvias y deslizamientos de tierra dificultan el acceso a las aulas, mientras que la escasez de combustible impide que tanto los estudiantes como los docentes lleguen a tiempo a las instituciones educativas. Por este motivo, el Ministerio ha otorgado plena autoridad a los directores departamentales para que puedan adaptar la modalidad de clases y los horarios según lo que considere necesario para proteger la salud y el bienestar de todos los involucrados.

El presidente Luis Arce, también anunció recientemente medidas para hacer frente a la crisis de combustible, que incluyen la implementación de un horario continuo en el sector público y privado, así como clases virtuales en las escuelas. El gobierno espera que estas decisiones contribuyan a mitigar los efectos de la escasez de carburantes y las condiciones climáticas adversas, permitiendo que las actividades cotidianas puedan seguir con normalidad, en la medida de lo posible.