14 de marzo de 2025

Bolivia enfrenta un período «extremadamente crítico» debido a las intensas lluvias que han azotado el país desde noviembre, dejando un saldo de al menos 42 muertos y medio millón de personas damnificadas. Según el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, las precipitaciones continuarán hasta al menos abril, lo que agrava la situación en varias regiones del país. Actualmente, 98 municipios en los departamentos de Cochabamba, La Paz, Chuquisaca, Santa Cruz y Potosí se encuentran bajo alerta roja por el aumento de los niveles de agua.

Además de las alertas rojas, 116 municipios enfrentan alertas naranjas por las lluvias y crecidas de ríos, que están afectando tanto a áreas urbanas como rurales. La situación es especialmente crítica en La Paz, donde el lunes un deslizamiento de tierra en un barrio del este de la ciudad dejó 43 viviendas afectadas y obligó a la evacuación de 60 familias. Las autoridades también reportan daños en cultivos y ganado, particularmente en la región altiplánica de Oruro, donde el desbordamiento del río Lauca afectó gravemente a la comunidad indígena Uru Chipaya.

El impacto de las lluvias no se limita solo a los desastres naturales, ya que también se han producido derrumbes en algunas de las principales carreteras que conectan el occidente y el oriente del país. Esto ha generado inconvenientes en la movilidad, aunque ya se han habilitado rutas alternas para mitigar los efectos en el transporte.

El Viceministerio de Defensa Civil, advirtió que marzo será el mes más crítico en cuanto a inundaciones y deslizamientos, y aunque las lluvias podrían continuar hasta abril, aún es incierto el impacto que podrían generar en las próximas semanas. Las autoridades continúan enviando ayuda humanitaria a las zonas más afectadas, especialmente a las comunidades rurales.