
La madrugada de este domingo, Ricardo Mertens, expresidente del banco Fassil, falleció en una clínica de Santa Cruz, donde había sido internado el lunes pasado debido a un grave problema de salud. Mertens sufrió un paro cardiorrespiratorio en la cárcel de Palmasola, lo que lo llevó a ser operado del corazón y, posteriormente, trasladado a una clínica privada debido a la falta de atención médica adecuada en el sistema penitenciario.
Según su abogado, Mariano Medina, el estado de salud de Mertens era crítico y su vida corría peligro debido a una septicemia que provocó una descompensación severa. El exdirectivo fue sometido a una cirugía cardíaca, dos cateterismos y diálisis para tratar problemas renales. A pesar de los esfuerzos médicos, su salud no logró estabilizarse, y el deceso fue confirmado por fuentes vinculadas al Régimen Penitenciario y su defensa legal.
El fallecimiento de Mertens se produce en el contexto del colapso del banco Fassil, que en marzo de 2023 estaba entre las entidades financieras más grandes de Bolivia. Tras fallos en su aplicación móvil y quejas de los usuarios, la entidad fue intervenida por la ASFI debido a la falta de liquidez para satisfacer los retiros de los ahorristas. El caso generó una serie de denuncias por malas prácticas, lo que llevó a que varios ejecutivos del banco fueran procesados.