En medio de la creciente preocupación por las políticas migratorias del presidente Donald Trump, legisladores latinos y grupos defensores de los derechos de los inmigrantes han expresado su alarma por las posibles redadas masivas en las escuelas públicas. Estas acciones, impulsadas por las órdenes ejecutivas de inmigración de Trump, han generado un clima de temor entre las familias indocumentadas, especialmente aquellas con niños en las escuelas. Expertos como Viridiana Carrizales, fundadora de Immschools, alertaron que la comunidad indocumentada teme que las deportaciones se intensifiquen, como ocurrió durante el primer mandato del presidente.
El Caucus Hispano del Congreso condenó las medidas tomadas por el gobierno, particularmente la revocación de restricciones que protegían áreas sensibles como escuelas, hospitales y lugares de culto de las redadas del ICE. En respuesta, varios distritos escolares en estados fronterizos, como California, han comenzado a compartir recursos educativos sobre los derechos de inmigrantes, buscando proteger a las familias y ofrecerles información sobre cómo actuar en caso de redadas. A pesar de estos esfuerzos, la situación sigue siendo tensa y las comunidades escolares se mantienen en alerta.
Mientras tanto, la administración Trump también ha intensificado las deportaciones, que no solo afectan a las familias en Estados Unidos, sino también a ciudadanos de otros países, como Brasil, que denunciaron la vulneración de los derechos de sus nacionales durante los traslados. En Guatemala, el gobierno recibió a cientos de deportados en vuelos militares, mientras que en California, la incertidumbre sobre las políticas de inmigración ha llevado a una reducción significativa de trabajadores agrícolas, lo que ha afectado negativamente la cosecha de cítricos en el Valle Central. Las autoridades locales están tomando medidas para mitigar el impacto de estas políticas, pero la situación sigue siendo incierta para muchas comunidades.
